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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

testimonio denis laguna2012Quiero empezar esta memoria uniéndome a María Virgen y con ella al unísono entonar con asombro y humildad: "Señor has hecho grandes maravillas por mi" (Lc. 1,49). Efectivamente el Señor ha hecho grandes obras en mi, una de las grandes maravillas que Dios hizo en mi vida, es haberme permitido formar parte de la familia de "Hombres Nuevos", experiencia donde mutuamente nos enriquecimos.

Mil gracias a todas las personas que hicieron del día a día una razón para luchar por un mundo donde reine la Solidaridad, la Justicia, la Paz, etc.

Hace muchos años atrás yo sentí la llamada del Señor, gracias a esta llamada me hice religioso entrando a formar parte de la Orden de san Agustín, un estilo de vida marcada por la Oración, Estudio y la vida en Comunidad. Dar este paso tan significativo para mi vida estuvo motivada desde el principio por el servicio a Dios en la gente más necesitada, personas que carecen de lo más mínimo. Los "signos de los tiempos" que el Señor día a día y por muchos años me iba regalando, fueron alimentando este fuego que existía en lo más profundo de mi ser, y, no solo eso, sino que también Él fue el artífice para que yo pueda dar este paso, hacer aquello por el que entre a la vida religiosa. Esta nueva etapa de mi vida la realice en el proyecto Hombres Nuevos, con el acompañamiento de Nicolás Castellanos un agustino cien por cien.

Mi experiencia en la nueva familia de Hombres Nuevos comenzó en febrero del 2011, una vivencia inolvidable e irrepetible de la que me llevo muchas enseñanzas. Al principio confieso fue difícil pero no imposible entrar en el ritmo que caracteriza al proyecto, quiero pensar que al final lo logre. Tener la oportunidad de realizar mi año pastoral en un Proyecto social como lo es Hombres Nuevos, es una experiencia que me marcó para bien el resto de mi vida, abrió mi mente, me hizo concebir un mundo distinto y me convencí que "otro mundo es posible", por el que cada día vale apostar todo lo mejor que uno tiene.

Uno de los tantos aspectos que enriquecieron mi vocación de religioso viviendo en el proyecto es vivir en comunidad, pero una comunidad al tipo de la "primera comunidad cristiana" (Hch 2, 42-47): mixta, hospitalaria, comprometida con los más necesitados, que comparte lo que tienen con los demás, casa de puertas abiertas para todo peregrino, etc. Además conocer a personas tanto extranjeras como bolivianas, que dejan su país, su familia, que antepones lo común a lo individual, personas que lo dejan todo para dedicarse al servicio de los más necesitados de nuestra Bolivia eso verdaderamente es una gracia de Dios.

Lo que aprendí en el proyecto hace que me vea diferente, el aporte de cada una de las personas con las que me relacioné durante todo un año me ayudaron a que retorne a mi lugar de origen diferente, con otra perspectiva de ver y vivir la vida muy distinta de la que tenía antes de llegar al proyecto. Terminar esta etapa de mi vida para mí es un reto y un compromiso de seguir apostando no importa donde me encuentre por la utopía de un mundo más justo y humano.
Ruego al Señor que esta experiencia que me concedió, pueda repetirlo a muchos otros jóvenes y de manera especial a jóvenes religiosos, seminaristas, sacerdotes, ya que muchas veces nos acostumbramos a llevar una vida acomodada, olvidándonos de la gente más necesitada de nuestro planeta.

Hombres Nuevos es una familia que me acogió con los brazos abiertos y sé que siempre estará dispuesto a acoger a toda persona que sueña con otro mundo. Toda la experiencia que cultive con ustedes difícilmente se apartará de mí. Hombres Nuevos un proyecto que trabaja por dar mejores condiciones de vida a nuestra gente más necesitada de Bolivia y con humildad y alegría puedo decir que formo parte de ella.