Durante el último mes, concretamente del 18 de septiembre al 22 de octubre de 2024, he tenido la oportunidad de realizar mi estancia de voluntariado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) con Hombres Nuevos. Esta experiencia en comunidades educativas del Plan 3000 me ha permitido conocer la realidad y la situación de vulnerabilidad del entorno.
Antes de nada, me gustaría detallar algunos aspectos del barrio en el que nos ubicábamos para entender el contexto que nos rodea. El Plan 3000 es uno de los distritos, zona vulnerable y de bajos recursos, que conforma el municipio de Santa Cruz de la Sierra y que ha experimentado un gran crecimiento debido a la migración interna y por lo tanto se enfrenta a numerosos desafíos en cuanto a acceso a la educación, infraestructura, oportunidades de empleo, etc.
Mi hogar durante este mes fue la casa de voluntarios/as “Los Alegres”. Allí convivíamos con una familia, Reinaldo y Vivi, los encargados de cuidar la casa y de gestionar las tareas domésticas. Cada una de nosotras disponía de su habitación y de baño compartido y un día a la semana teníamos asignada la tarea de hacer la comida y limpiar las zonas comunes.
Por otro lado, en mi caso, estaba destinada en dos centros educativos, uno de educación secundaria (por las mañanas) y otro de primaria (por las tardes), en los cuales desarrollé tareas de apoyo escolar con las materias que los/as alumnos/as tenían más dificultades: lenguaje y matemáticas. También, tuve la oportunidad de colaborar y apoyar a la psicóloga en la planificación y desarrollo de una charla sobre educación sexual, destinada al alumnado de 1ºESO. Mi participación consistió en diseñar y proponer actividades interactivas que promovieran un ambiente de aprendizaje reflexivo y participativo. A pesar de que la temática sobre educación sexual aún sigue considerándose un tema tabú y delicado en el entorno educativo, éramos conscientes de la necesidad de romper esas barreras, creando actividades orientadas a estimular el respeto, facilitar la comprensión sobre el tema tratado y crear un espacio de diálogo.
Asimismo, conocí de cerca la Orquesta Sinfónica de Hombres Nuevos y pude apreciar el admirable trabajo que realizan, la dedicación y la pasión que ponen en cada ensayo. El impacto cultural y educativo que generan en la comunidad es enorme.
Gracias a Hombres Nuevos por la cálida acogida y todo el cariño que nos brindaron durante nuestra estancia. Tanto por su hospitalidad como por su apoyo incondicional, me sentí muy cuidada y un miembro más de su gran familia. Ha sido una experiencia enriquecedora donde he conocido a gente increíble y que me ha enseñado a adaptarme a nuevas realidades y a trabajar en equipo. Recomiendo participar en este tipo de iniciativas ya que son una experiencia transformadora y única.