23.07.2022
ADHESIÓN A LA FIESTA DE LOS ABUELOS
En la imposibilidad de participar en la Fiesta de los Abuelos en Santiago de Compostela, por estar en Bolivia, me uno a vosotros en espíritu y oración.
Os deseo un feliz día de confraternización y de acción de gracias, porque todos los abuelos sois un regalo para la familia, los nietos, para la iglesia y para la sociedad.
Tiene toda la razón el obispo de Roma Francisco, cuando afirma que los ancianos y abuelos sois los artífices y artesanos de la revolución de la ternura.
Y efectivamente, por los abuelos debe empezar, pues la revolución de la ternura del evangelio de Jesús de Nazaret, que está por estrenar. En la Iglesia se ha impuesto la religión y no el evangelio del amor, de la alegría y de la ternura.
Y donde está el adulto mayor como se llama en Bolivia al anciano, allí hay amor, ternura, compasión (“cum patere”, es decir, sufrir con el otro).
Volvemos a las raíces más profundamente humanas, que nos recuerdan la humanización de Dios, que se traduce en el proyecto de humanización de Jesús, basado en la libertad, la dignidad, el amor y la ternura.
Empecemos desde los abuelos el proceso de cambio desde la ternura y desde el amor. La ternura de Jesús la expresó en curar enfermos, en dar de comer al que tenía hambre y en cuidar las relaciones humanas para una buena convivencia.
Feliz día del Abuelo. Me despido con un fuerte abrazo desde Bolivia.