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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

03.03.2022

LA CUARESMA QUE DIOS QUIERE

Siempre es tiempo de crear, de cuidar, de innovar, de empujar la historia para adelante. La Cuaresma así nos lo plantea y Bolivia y el mundo de hoy lo necesita.

La cuaresma es el tiempo litúrgico que empieza el miércoles de ceniza, con la imposición de la ceniza y culmina en la Pascua, preparándonos para celebrar el acontecimiento más importante del año litúrgico: El Misterio Pascual, la muerte y resurrección de Jesús.

La Cuaresma es tiempo para intensificar la vida cristiana, un tiempo en dos espacios significativos: La vuelta, el retorno, el encuentro con Dios en la Palabra de Vida, en los sacramentos, en la confesión, en la Eucaristía, en la oración personal, familiar, comunitaria.

Y, sobre todo, encuentro con Dios en los pobres, en las personas más vulnerables, en los enfermos del Covid-19.

La Cuaresma en este año 2022, es un tiempo de gritar NO A LA GUERRA, no a la salvajada de invadir Rusia a Ucrania, porque la guerra solo trae muerte, destrucción, lágrimas, llanto, desolación y amargura.

La Cuaresma es tiempo de gritar NO a las borracheras del carnaval, que ocasiona accidentes y provoca muertes estériles de gente inocente. Todos los medios de comunicación denunciaron el exceso de alcohol durante el carnaval ¿Dónde queda la reactivación económica?

La Cuaresma es el tiempo de gritar NO al narcotráfico, a la corrupción, al contrabando, que hunden al país en la miseria y la pobreza.

Acercarse a Dios en la Cuaresma, es soñar otra Bolivia, sin tanta desigualdad e injusticia, donde se apoya a los empresarios para crear puestos de trabajo. No podemos ser el país de América Latina con el mayor índice de trabajo informal, un 82% de bolivianos, se ocupan de él.

La Bolivia real es otra, existe, ahí está Dios. Y no la Bolivia enfrentada, que nos cran y presentan nuestros políticos aplazados e incompetentes. Realmente existe una Bolivia sana, constructiva, que pide educación de calidad, educar en valores a nuestra niñez, adolescencia y juventud, salud para todos y, sobre todo, un proyecto de nación moderno, libre, democrático, de derecho, donde cabemos todas y todos los bolivianos.

Esta es la cuaresma que Dios quiere para Bolivia.