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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

10.02.2020

SÍNODO PANAMAZÓNICO: ¿NUEVO PERFIL DE PRESBÍTERO?

Aparece otra sensibilidad. Nuevos aires del Espíritu soplaron por la voz de los indígenas de la Amazonía.

De cara a los nuevos caminos, que se avecinan, para una nueva comprensión del ministerio ordenado, no se puede sucumbir a esa patología eclesial del clericalismo.

Hoy en toda la geografía eclesial mundial se postula un nuevo perfil de presbítero nacido de cada comunidad cristiana.

El primer paso lo señala el obispo de Roma, Francisco: “La prudencia audaz”. Para evitar la autoreferencialidad de la Iglesia hay que dar pasos hacia adelante, desde las cuatro dimensiones: Pastoral, cultural, social y ecológica. Ahí hay una clave de lectura interesante.

No podemos ignorar la realidad de 20.000 comunidades a lo largo del Río Amazonas, privadas de celebrar la Eucaristía por no tener presbítero. No se puede ignorar “la voz de la Amazonía”. 22 veces aparece en el documento final la palabra escuchar.

Se pide y se sueña una Iglesia Sinodal, laical, con rostro femenino, misionera y profética, orante y contemplativa, de presencia y permanencia, sencillas, cercanas a los pueblos indígenas.

El pueblo pide no dejar a la comunidad sin Eucaristía, Penitencia y Unción. Pues la Eucaristía hace la Iglesia y es la fuente y culmen de la comunidad cristiana. Por otra parte, es un derecho divino participar en la Eucaristía, que no puede impedir una norma eclesiástica, que empieza en 1139 en un concilio de Letrán.

El documento final del Sínodo Panamazónico, llama a una conversión total al Evangelio de Jesús y pide una Iglesia Misionera, como pirámide invertida, desde la corresponsabilidad de mujeres y laicos. Se debe institucionalizar en una Iglesia inculturada el liderazgo de las mujeres. Lo cual implicaría que las mujeres tienen que tener capacidad de decisión en la Iglesia, que ahora no tienen. Francisco ya ha dado el primer paso, ha nombrado a Francesca di Giovanni, la segunda de la Secretaría de Estado.

El Sínodo Panamazónico abre la posibilidad de ordenar hombres casados, con una familia legítimamente constituida y estable. Se reconocen los viri probati: “Hombres idóneos y reconocidos por la comunidad, que tengan un diaconado permanente, y reciban una formación adecuada para el presbiterado”.

El número de los “Viri probati” tuvo  un  rechazo  del  24%  y  tuvo  el  beneplácito  de  128  padres  sinodales,  lo rechazaron 41 padres sinodales. El diaconado permanente para la mujer fue aprobado por 137 padres sinodales y 30 lo rechazaron. La mayoría necesaria eran 121.

Otro tema que encontró resistencia fue introducir el rito amazónico, tuvo 27 non placet.

Los creyentes debemos escuchar con la libertad de los hijos de Dios al Espíritu Santo que nos habla por el obispo de Roma, Francisco.