14/03/2014Música clásica y la voz solidaria de Egils Silins sonaron en la Catedral de Valladolid a beneficio de la Fundación Hombres Nuevos
En un marco incomparable y con la majestuosidad y belleza de la Catedral de Valladolid como escenario, la voz de Egils Silins y el virtuosismo del profesor de órgano Alberto Sáez deleitaron al numeroso público que acudió en la tarde de ayer domingo al Concierto Solidario Acción En Concierto a beneficio de la Fundación Hombres Nuevos.
Previo al inicio del concierto los responsables de la organización presentaron a los asistentes el evento y explicaron el fin solidario objeto del mismo. Finalizaron su intervención expresando su agradecimiento a todas las personas que lo han hecho posible. Gran Prelude a 5 de la 2ª suite de J. Boyvin fue la primera pieza interpretada que abrió un recital de un programa que recogió algunas de las obras vocales y de órgano más conocidas, incluyendo además algunas piezas menos populares, e incluso una obra de un famoso compositor de Letonia, país de origen de Egils Silins. El momento más intenso del concierto llegó con el final el Panis Angelicus, uno de los cinco himnos escritos por Santo Tomás de Aquino para la fiesta de Corpus Chirsti, que mereció la ovación del público. A la conclusión del concierto Egils Silins y Alberto Sáez bajaron de la tribuna desde donde ofrecieron su actuación y recibieron los aplausos de los espectadores.
El concierto solidario organizado por la parroquia de Santo Toribio y la delegación en Valladolid de la Fundación Hombres Nuevos, contó además con la colaboración del Ayuntamiento a través de la Concejalía de Participación Ciudadana, Juventud y Deportes, el Excmo. Cabildo Catedralicio, el periódico El Norte de Castilla, la librería San Pablo y la Asociación Cultural Organaria de Castilla y León. Con entradas a partir de 10 euros (y una fila cero), los fondos recaudados se destinarán al proyecto Comedores Infantiles que la Fundación Hombres Nuevos promueve en el barrio marginal del Plan Tres Mil de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia. El objetivo del concierto no ha sido otro que ayudar, de la mejor forma posible, a aquellas personas que tanto lo necesitan. Está previsto que el proyecto beneficie en un año a cerca de 900 personas (niños, niñas, adolescentes y sus familias), facilitándoles una nutrición adecuada y enseñándoles hábitos de salud e higiene personal, entre otros.