19.11.2024
UN AÑO SIN JOSÉ MARIA CASTILLO
Te extrañamos, José María. Echamos en falta tu pensamiento provocador, didáctico, teológico que nos trazaba los caminos del Evangelio.
Hoy quiero recordar tu lección apremiante del Evangelio. Y lo hago con la carta que te escribí hace dos años en 2022.
Concurren muchas razones para escribirte esta carta: Por amistad y por ser tu discípulo. Pero hoy lo hago para comentarte “El Evangelio Marginado”, para que no quede en un libro más, en un espacio de las bibliotecas.
Así se titula tu libro, publicado, en el 2019 en Desclée de Brouwer.
Una auténtica novedad, que revoluciona el modo de entender y vivir la experiencia cristiana en el seguimiento de Jesús.
Por una parte, recupera y ofrece el frescor, la lozanía, la alegría de ser discípulos de Jesús. Con fruición disfrutamos de las esencias del discipulado de Jesús en el horizonte que Él nos señaló.
Pero, por otra parte, señala y denuncia sendas tortuosas, anacrónicas, todavía vigentes en la Iglesia que no nacen del Evangelio, sino de la Religión, que mató a Jesús. “Por supuesto que, en las iglesias, se habla del Evangelio, se predica y se respeta, pero la iglesia no está organizada, ni gestionada de acuerdo con el Evangelio. Lo que más cuida la Iglesia no es la fidelidad al Evangelio, sino la obediencia de la religión. Y por eso hemos convertido al Evangelio en un acto más de la religión, que no soporta el Evangelio”.
Creo que es un libro imprescindible, que hace lío en la calle y pone el dedo en la llaga.
De alguna manera, nos denuncia, por no ser seguidores del mensaje evangélico y liberador del obispo de Roma, Francisco.
En la Iglesia católica, estamos en una encrucijada difícil, compleja, donde se juega la esperanza, tal vez la única esperanza que nos queda.
Pero no hay que vacilar, ni mucho menos tener miedo. El Espíritu Santo, hace nuevas todas las cosas, el sucesor de Pedro, Francisco lleva el timón de la barca en fidelidad al Evangelio y al Reino que anunció Jesús y no faltan en nuestro tiempo profetas como José María Castillo en Europa o Pedro Casaldáliga en América Latina.
Un libro para la esperanza y la renovación, que hay que difundir para que haya lío en la calle, en los católicos, en las parroquias, en las comunidades religiosas, en la sociedad civil, y en los movimientos sociales y eclesiales.
¿Dónde están los profetas? Aquí en el libro de José María Castillo, “El Evangelio marginado”.