07.01.2021
BUENOS DÍAS 2021
Pasó Navidad. Una Navidad afligida e incierta, pero intuyendo la luz tenue de la Estrella, al estrenar el nuevo año 2021. Una oportunidad ocurrente para hacernos preguntas, pensar y dar respuestas.
¿No puede ser la hora de la verdad, de soñar juntos,
de sacudir la modorra de viejos e inveterados egocentrismos
y visiones a ras de tierra?
Una oportunidad para pensarte, para evocar nuestra amistad
y el recuerdo sabroso de nuestros múltiples encuentros, diálogos y gestos de solidaridad.
Y decirle al Señor,
que existimos, que le necesitamos, que somos “capaces de Dios”,
vulnerables y limitados.
Y no queda otra que empezar el nuevo año en positivo, Llenar la cabeza de ideas y valores de signo más:
vivir la pandemia con paciencia y humor.
Superar el paradigma tecnocrático,
que nos hace abusar de la naturaleza, en beneficio propio,
como si fuésemos dueños
superar el individualismo, que provoca la desertización de la tierra,
el cambio climático…, olvidando que los bienes de la tierra son de todos y para todos.
Y empieza el 2021,
Soñando un mundo habitable para todos, justo,
basado en la igualdad y estabilidad, libertad y dignidad,
donde todas y todos tengan lo suficiente para vivir con dignidad,
y a todos y a todas, y en todos los países de África, Asia, Oceanía, Europa y
América llegue la vacuna contra el Covid-19.
Y llegue pronto, mejor hoy, que mañana.
¿Por qué esperar en Bolivia hasta marzo?
Al iniciar el 2021, nos asedia el dolor de nuestros seres queridos fallecidos, todos unidos en la oración, en la esperanza.
Después del coronavirus es urgente, prioritario y apasionante reconocer que
Somos – juntos, caminamos – juntos, resistimos juntos, en el horizonte definitivo la Fraternidad universal (Fratelli Tutti),
y del sueño de la ternura (Evangelii Gaudium 213).
Emprendemos el 2021, todos juntos, en camino, abiertos a las sorpresas de
Dios.