12.10.2020
RECORDANDO A UN “PADRE DE LA PATRIA”: GREGORIO IRIARTE OMI
Hace ocho años, el 11 de octubre del 2012, murió este padre de la Patria y servidor del Evangelio en la historia reciente de Bolivia.
Su recuerdo perdura. Basta abrir el libro de Marta Orsini Puente: Gregorio Iriarte OMI, “¿Quién eres y qué dicen de ti?” Este libro refleja la identidad y rica personalidad de Gregorio Iriarte.
¿Por qué Gregorio Iriarte es “PADRE DE LA PATRIA”? Solo me fijo y confirmo con un dato histórico. Estamos en el año 1977. Hugo Banzer mantiene la dictadura más larga. Melgarejo alcanzó solo seis años.
El 28 de diciembre de 1977 hizo historia. Cuatro mujeres mineras, con sus 14 hijos inician una huelga de hambre, en el Arzobispado de La Paz. En el campamento cerca de la Fundición de Catavi, se reúnen un grupo de amas de casa mineras. Dialogan en voz baja, porque las paredes oyen. Quieren hacer una huelga de hambre. ¿Pero dónde? No ven ningún lugar seguro, al que no llegue la policía. Las cuatro deciden vamos a hablar con el P. Gregorio, él siempre nos da buenos consejos.
La situación de estas heroicas mujeres es lamentable: sus maridos en el exilio, hace más de 7 años que no les ven. Más de 2.000 trabajadores están exiliados, perseguidos o se mantienen en la clandestinidad. La miseria invade sus hogares.
“A pesar de la extrema pobreza hay sed de libertad”, dice Filemón Escobar.
Visitan al P. Gregorio, por la noche, Aurora de Lora, Nelly de Paniagua, Angélica de Flores y Luzmila de Pimentel. Le exponen su objetivo: Hacer una huelga de hambre y necesitan dos cosas del P. Gregorio para que la huelga sea un éxito: Hablar con el obispo de Oruro, Mons. Julio Terrazas para que él nos abra las puertas del Arzobispado de La Paz. El P. Gregorio les dice que en Navidad se piensa más en el jolgorio que en defender derechos humanos. Aurora insiste, nosotros sólo le pedimos que nos ayude a llegar a La Paz y que nos reciban en el Arzobispado.
Gregorio va a su dormitorio y habla por teléfono. Nadie sabe con quién habló; regresa después de una hora al comedor de la Pío XII, muy sonriente.
El P. Gregorio ha arreglado para que el arzobispado de La Paz les reciba. Las 4 mujeres van a sus casas y se alistan para el viaje con sus hijos. Al día siguiente, cerca de la medianoche salen para Oruro, se hospedan en la casa de los Oblatos, que viven en la zona sur. Los Oblatos les trasladan a La Paz, a la parroquia de los oblatos. Descansan, reponen fuerzas y sus hijos comen bien. Salieron de la casa de los Oblatos a las 4 de la tarde y llegaron al Arzobispado a las seis menos cuarto. Nerviosas y sudando, llegaron al Arzobispado. Mons. Manrique, Arzobispo de La Paz ofrece su mediación y reparte personalmente bebidas calientes a los niños. Las 4 mujeres no toman alimentos sólidos.
El Año Nuevo de 1978 nace con el impacto de la huelga de hambre. Esta huelga se corre como la pólvora en La Paz, Cochabamba, Potosí, Oruro, Tarija, Sucre, Santa Cruz de la Sierra y por toda la geografía de Bolivia. A los 20 días los huelguistas llegaron a más de un millar.
La huelga consiguió sus objetivos: primero, amnistía sin restricciones; segundo, reincorporación al trabajo de todos los mineros despedidos con la misma categoría; y tercero, garantía para todos los huelguistas y sus colaboradores.
Se calificó esta huelga como “la victoria de un pueblo”. Y este hecho provoca la caída de la dictadura de Hugo Banzer. La segunda victoria de ese mismo pueblo boliviano, fue la revolución de las pititas del 2019, que derrocó al presidente Evo Morales Ayma.