23.07.2020
EL DÍA DE LOS ABUELOS
Acepto la invitación a hacerme presente en Madrid, en la celebración a distancia el día 26 de julio, fiesta de Santa Ana y San Agustín, Patrono de los abuelos.
Hoy es un día de júbilo, de fiesta, de acción de gracias por el don de la vida, por los años acumulados en cada uno de vosotros. Les felicito por ser abuelos, esa figura entrañable, alentadora, necesaria en cada familia, en la sociedad, donde son la delicia de los nietos.
El Señor les ha bendecido con ese regalo de los años de vida. Seamos agradecidos y en este día lo expresemos en la Eucaristía, que es la Acción de Gracias por excelencia, al encontrarnos gozosamente con el VIVIENTE, el Resucitado que realmente está en cada uno de nosotros, aunque misteriosamente.
Quiero compartir con cada uno de vosotros lo que siento, celebro y vivo de la presencia de cada abuelo, de lo que significa cada abuelo en este mundo perturbado, fragmentado, insatisfecho, amenazado y víctima de la Pandemia del COVID-19, pero al mismo tiempo un mundo apasionante que entre todos, con vuestra experiencia y sabiduría, tenemos que hacerle habitable para todos, porque la actual no lo es.
Pitágoras, matemático y filósofo de Samos, 400 años antes de Jesús de Nazaret se hacía estas preguntas:
¿En qué consiste la salud?, en la armonía.
¿Y la virtud? En la armonía.
¿Y lo bueno? En la armonía.
¿Y lo bello?, en la armonía.
¿Y qué es Dios?, la armonía
La armonía es el alma del mundo.
Dios es el orden, la armonía,
por lo que existe y se conserva el universo.
Efectivamente la armonía se concentra en Dios y cada abuelo, después de una vida azacaneada sois un reflejo de esa armonía que es Dios.
Si el abuelo es aceptado, querido, valorado, si le dejan ser él mismo, si le escuchamos, es como una nota musical sinfónica que pone ternura, cariño, dulzura, sabiduría, aliento, que se traduce en proyectar armonía cósmica, que nos hace vibrar al unísono en la familia, en la comunidad, en la sociedad con la melodía del amor, la amistad, la ternura...
La experiencia de la vida, nos dice que el abuelo crea en su entorno un círculo de melodía para ver la vida con ojos de joven, que tiene el futuro en propiedad y con ojos de evangelio, es decir de felicidad, de compasión y de solidaridad.
¡FELICIDADES!