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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

16.02.2024

CUARESMA TIEMPO NUEVO

Jesús empezó a proclamar la Buena Nueva: “El tiempo se ha cumplido. El Reino de Dios está cerca. Cambien sus caminos y crean en la buena nueva” (Mc 1, 12-15)

Ciertamente lo que llama la atención en Jesús es que siempre ha sido empujado, movido por el espíritu. No por otros intereses ¿A dónde le llevó el espíritu? Al desierto. Y el desierto era como romper con el sistema, con la forma normal de vivir: las personas  que iban al desierto  estaban desarraigadas,  tenían cuentas con hacienda y estaban descontentos con el orden social dominante. Los primeros monjes en gran mayoría eran ignorantes, esclavos, desarraigados, una especie de cabezas rotas, con tales personas se asemeja Jesús para empezar el ministerio público.

Jesús ha sido decisivo para entender la historia de la humanidad. Lo ha sido por su forma de entender la historia de la humanidad, el poder, el valor del dinero, la importancia de los pobres, de los últimos, de los que sufren. Y es también decisivo por el giro que dio a la religión y el modo de entender las relaciones con Dios. Tales cambios empiezan a darse en el desierto, en ese estado de ilegalidad que empezó a vivir Jesús en el desierto.

Por eso, y siguiendo a Jesús, los colegios de Hombres Nuevos y alguno más, que son 18, como gesto cuaresmal, durante estos 40 días de la cuaresma, van a compartir sus quintos con cuatro centros psiquiátricos, que carecen de casi todo. Y nuestros alumnos y alumnas de Hombres Nuevos, se acercan a Dios con este gesto solidario de compartir con nuestros hermanos discapacitados del Hogar de Dios, en el municipio de Saavedra; del Hogar San José, en Warnes; y los dos centros de Acción Médica Bolivia (AMe): uno en la localidad de Lajas y otro en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

En la Cuaresma del año 2023, los colegios de Hombres Nuevos, colaboraron con estos centros, con 14.922 pesos bolivianos.

Con este gesto de solidaridad, se prepararon para celebrar el Misterio Pascual, la muerte y resurrección de Jesús. Y así practicaron la conversión, que significa volver atrás, regresar al punto de partida y volver a empezar.