26.04.2023
FRATERNIDAD HOMBRES NUEVOS: ORACIÓN COMUNITARIA. PASCUA
Juan 14, 23-29. Jesús le respondió: «Si alguien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. Entonces vendremos a él para poner nuestra morada en él. 24. El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado. 25. Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes. 26. En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho. 27. Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo. 28. Saben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo. 29. Les he dicho estas cosas ahora, antes de que sucedan, para que cuando sucedan, ustedes crean."
Lo que distingue al cristiano es el respeto, la bondad, la estima, la tolerancia y sobre todo el amor sincero a los demás. Para que esto sea verdad y no mera palabrería, hay que “guardar las palabras de Jesús”. Es decir, cumplir, vivir, practicar los hechos y dichos de Jesús. No podemos caer en la incoherencia de decir una cosa y practicar otra: Hablar para otro, insultar, ofender, robar, criticar. Eso es engañarse.
- Esto es posible y es Porque tenemos la presencia, fuerza y luz del Espíritu Santo. Esa presencia la vemos en muchas personas, que a pesar de las dificultades, resisten, hacen el bien y lo hacen con paz, alegría y buen humor. Esas personas nos contagian libertad y ganas de ser mejor. Para ello, hay que ser fieles al espíritu de Dios.
- Jesús nos dice la paz les dejo, mi paz les doy. Paz en medio de todas las dificultades, problemas y angustias. Jesús nos dice no se acobarden. El miedo es lo peor que nos puede ocurrir. No podemos ser personas asustadas, llenas de miedo. Porque el miedo nos paraliza, bloquea e impide pensar. Y el cerebro es el disco duro, que no puede fallar. Cabeza y corazón. Jesús tuvo que vencer el miedo de la cruz y llegó a la resurrección, pero venció el miedo. Si creemos de verdad en Jesús, el miedo no nos puede.
Preguntas: ¿Cómo guardas las palabras de Jesús? ¿Podemos recibir la paz del Espíritu Santo y estar llenos de miedo?