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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

07.12.2024

JOSÉ GARCÍA, HOMBRE CABAL Y SOLIDARIO

Acaba de fallecer José García, PEPE, hombre de cabalidad humana y bueno por excelencia. Murió en León el 23 de noviembre.

Le conocí hace 20 años en la Universidad de León, junto con Andrés Rodríguez, fundadores y responsables de la oenegé Albergues Infantiles (ALIN). Ahí comenzó una amistad personal de calidad y un emprendimiento compartido y solidario.

Pepe fue un gran profesional de la psicología aplicada, a través de la cual ejerció su gran capacidad de humanismo. Ese mismo espíritu manifestó al fundar con Andrés Rodríguez, Víctor y otros de la oenegé Marista leonesa. Un proyecto social de cierta envergadura que está realizando una gran obra social en Ecuador, Bolivia y Oriente Medio.

Desde el día que conoció a Hombres Nuevos, se enamoró de nuestro Proyectos. Nuestros jóvenes bolivianos, candidatos a delincuentes, gracias a la colaboración de ALIN, del incomparable Pepe, disfrutaron de becas universitarias y hoy son profesionales.

¿Quién era Pepe? Queda reflejado en la despedida que él mismo escribió en el Boletín Informativo 2024 de ALIN:

“Estoy orgulloso de pertenecer a esta aventura llamada Albergues Infantiles (ALIN). Es una de las mejores cosas que he hecho en estos mis años jubilares. Hemos mantenido durante 25 años la solidaridad con niños y jóvenes en dificultades, en riesgo de exclusión social. Hemos conseguido reunir y enviar más ayuda de la que pensábamos que conseguiríamos, y lo hemos hecho con amigos y compañeros entrañables con ilusión, cariño y dedicación. Gracias a todos vosotros, componentes de la familia de ALIN, por haber hecho posible mantener este sueño durante estos 25 años. Gracia padrinos, madrinas, voluntarios, hermanos maristas, patrocinadores y a los Hombres Nuevos del obispo Castellanos por vuestro apoyo, vuestro trabajo, vuestra solidaridad y vuestro amor. Me preguntaba un amigo el otro día a qué dedicaba mis días. A hacer las maletas, le respondí. ¿Y eso? Pues porque estoy en el periodo de descuento e intento vaciar mis maletas de ira, rencor, envidia, injusticias y cabreos. Intento llenarlas de paz, bondad, perdón, alegría, y, sobre todo, de amor. Intento llenar mis maletas de momentos, ora felices, ora dolorosos, pero intentando en lo posible que sean momentos compartidos. Gracias por compartir este sueño que un día lanzamos al viento.”.

Este era el gran Pepe, hombre de paz, bondad, alegría y, sobre todo, amor, por eso le queríamos todos y le acompañamos en este homenaje y despedida. Su mujer Pilar Bercianos le dedicó un canto de amor en el funeral y tanto ella como sus hijos Sergio, Nacho y Pepe, hija política Laura y nosotros con ellos, lloramos su muerte y celebramos su Resurrección.