202207-11-2022
EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD
Se trata de una iniciativa profética del obispo de Roma, Francisco. El Sínodo de la Sinodalidad comenzó en octubre del 2021 con una modalidad novedosa: Participación de todo el Pueblo de Dios, todos los bautizados: Papa, obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos, laicas, laicos.
El Sínodo es caminar juntos. La institución del Sínodo la creó Pablo VI después del Concilio Vaticano II (1965), expresión de la colegialidad y sinodalidad de la Iglesia.
El lema para el Sínodo de la Sinodalidad: Por una Iglesia Sinodal, comunión, participación y misión. Y su objetivo, lograr la participación de todos los bautizados para responder a la vocación y visión de cada creyente.
Así lo señala el obispo de Roma, Francisco: “Los frutos del proceso sinodal iniciado son muchos, pero para que lleguen a plena maduración es necesario no tener prisa. Por tanto, con el fin de disponer de un tiempo de discernimiento más extendido, he establecido que esta Asamblea Sinodal se realice en dos sesiones. La primera del 4 al 29 de octubre de 2023 y la segunda en octubre de 2024. Confío que esta decisión pueda favorecer la comprensión de la sinodalidad, como dimensión constitutiva de la Iglesia, y ayudar a todos a vivirla en un camino de hermanas y hermanos, que testimonian la alegría del Evangelio”.
Anteriormente al celebrar los 50 años del a institución del Sínodo de Obispos, Francisco había señalado: “El camino de la Sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Lo que el Señor nos pide, en cierto sentido, ya está todo contenido en la palabra “Sínodo”. Caminar juntos –laicos, pastores, obispo de Roma- es un concepto fácil de expresar con palabras, pero no es fácil ponerlo en práctica”.
Por supuesto, no se quiere contraponer una Iglesia del pueblo contra una Iglesia jerárquica. La primera fase del Sínodo de la sinodalidad terminó en el 2022 con la etapa diocesana. Y en el 2023, tendrá lugar la etapa continental para concluir el 2023 y el 2024 con el Sínodo de la Sinodalidad.
Ha resultado una gran novedad que en la preparación hayan intervenido todas y todos los bautizados, todo el Pueblo de Dios, una escucha real, que garantiza que todos pueden participar en el proceso sinodal. Entonces resulta una consulta real y efectiva.
Estamos ante un desafío de gran alcance, que tiene mucho que ver con el futuro de la Iglesia en salida, presente en las periferias humanas y geográficas. Una Iglesia, signo del Reino, una Iglesia samaritana, circular, donde todos somos hermanas y hermanos, iguales, con distintos servicios.