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PREMIO PRINCIPE DE ASTURIAS DE LA CONCORDIA 1998

Clara Fernández Gutiez (Palencia, España 2022)

Clara Fernández Gutiez (Palencia, España 2022)

Hola, soy Clara Fernández Gútiez de Palencia y durante 6 semanas tuve la oportunidad de conocer  una realidad  muy diferente a la que estaba acostumbrada y que me hizo crecer como persona. Todo comenzó con una charla con mis padres, un ánimo, nosotros estamos a tu lado, una búsqueda de información  y la posterior puesta en contacto con la Fundación Hombres Nuevos. Una vez aceptada la solicitud,  comenzó la preparación de mi viaje, de mi voluntariado, a una aventura que jamás pensé que sería así.

Mis primeros  días comenzaron con gran timidez y miedo, desconocía a la gente, pero con el paso del tiempo se convirtieron en una parte de mí, de mi día a día e incluso, podía considerar­ les  mi familia adoptiva. Me involucraron en la fraternidad como un miembro más, sin importar mis posturas, creencias, ideales. Los primeros días me enseñaron los lugares en los que esta­ ría, donde realizaría mi voluntariado con el que descubrí una faceta de mí que jamás pensé que podría existir. Mi idea previa al viaje y expectativa de él, era realizar mi voluntariado con niños debido a los estudios que me encuentro realizando en la Facultad de Palencia (Educación Primaria y Educación Infantil). Y pese a que a mi llegada eso era lo previsto, gracias a los apoyos de miembros de la fraternidad me animaron a probar nuevas experiencias con  las personas mayores en un centro de día. Al principio no me veía capaz, pero descubrí que sí lo era y acabé realizando mi voluntariado en un centro educativo, lo cual me hizo valorar la verdadera importancia de la educación y contrarrestarla con la realidad de España y con los mayores. Estos  últimos me demostraron el valor de la vida, las dificultades que esta presenta, pero lo importante que es una sonrisa y tirar hacia delante porque siempre hay que salir de todo ello, que se puede si nosotros lo creemos y que toda pérdida es una ganancia.

Mi pánico, miedo, incertidumbre comenzó a apoderarse de mí en el momento de emprender el viaje, pero sabía que la experiencia, el voluntariado y los valores que iba a adquirir iban a sobreponerse a todo ello, como así resultó ser.

Esta experiencia me ha enseñado a valorar, escuchar, creer, confiar, vivir, y sobre todo disfrutar de cada día sin importar lo que se tiene, lo que se pierde, vivir el ahora y aprovechar todas las oportunidades que nos brinde la vida porque no sabes cuándo regresarán ni si mañana podremos seguir viviéndolo y compartiéndolo con las personas a las que se quiere.

Por último, me gustaría dar las gracias a cada persona que forma parte de la fraternidad, y que compartieron mi día a día, a las que recuerdo cada día que pasa y que me han acompañado a lo largo de mi estancia, de mi camino en Bolivia, en Santa Cruz, en el Plan 3000 y en el Urkupiña. Así como los niños y mayores que me enseñaron a valorar lo que realmente vale la vida y merece la pena. Gracias Hombres Nuevos por brindarme esta oportunidad y gran experiencia, nos vemos pronto.