Recuerdos de mi estancia en Bolivia con Hombres Nuevos. Ana Belén Villaverde Amieva (Llanes, España 2023)
Algunos lugares parecen estar esperándonos, lo sabemos al llegar. “Te recogemos en el aeropuerto a tu llegada" en realidad quiere decir “te acogemos en el aeropuerto a tu llegada”. Sustancial diferencia que advierte ya el talante de esa familia que se hace Ilamar “Fraternidad Hombres Nuevos”.
Cualquier expectativa se vería superada de no ser porque llegué a El Palacio con la mente en blanco, y merced a ese gran acierto, los días que pasé encharcada en agua cruceña me han permitido disfrutar de la esencia y la salsa palaciega: magia mística que enriquece lo que allí sucede.
“Comienzan los relojes” en la avenida de Paurito, entre el bullicio de la ciudad que “maquina ruidosa sus prisas” y la discreta comunidad que arranca el día en oración: “Él, te librará de la red del cazador, (...) y debajo de sus alas, estarás seguro”.
El himno matutino precede el compás de versículos, “la intensidad”, “la vida”, “el cruce de horarios”, “la algarabía”, y en esa “calma infinita” la Fraternidad se reencuentra cada mañana unida en oración con el haz de “luz en su orilla”. Y en su orilla permanece hasta que las Vísperas renuevan el encanto que remata el día observando cómo se desplazan “los astros en el aire” cuando la Fraternidad descansa en familia.
Belleza tangible y espiritual, belleza antigua, nueva y camba. Sintonía de Alfredo y Nicolás que se asoma inequívoca a escuelas y templos y que en su peculiar “pantone chiquitano”, evangeliza en la educación y educa en la belleza al socaire del carisma agustiniano.
Familias con ojos expectantes y oídos de confianza que prestan entusiasmadas sus menesteres, sentires y saberes para juntas conformar ese encuentro parental Ilamado Familias Nuevas. Cotidiana y discreta belleza familiar que con esmero transmite sus valores y proyecta lo mejor de sí misma en el cuidado de los suyos. Familias que entusiasmadas reflexionan, observan, recapacitan, dialogan, crecen, se renuevan.
Fraternidad nueva, familias nuevas, hombres nuevos, mujeres nuevas, belleza nueva. Utopía, tan antigua y tan nueva que hasta parece alcanzable.
Reverbera con frescura la memoria y a cada paso me recuerda que ese lugar me esperaba. Lo había percibido al llegar, pero es ahora en la distancia, cuando esa sutil sensación transformada en sentimiento adquiere su cabal, copiosa y formidable dimensión. Una dimensión Nueva.