Mi nombre es Magdalena Pellitero (Leny), enfermera de profesión, actualmente jubilada.
En 1994 inicié mi andadura como voluntaria y fue una experiencia tan gratificante a nivel personal que la repetí mientras pude.
Hace años que quería conocer al padre Nicolás Castellanos, ambos somos originarios del Páramo Leonés, admiraba su trayectoria humana y ahora que lo conozco, aún más si cabe. Descubrí en él una persona empática con los necesitados, los desfavorecidos, los pobres, los nadie que decía Galeano, lo considero el padre de los pobres.
Cuando llegué a la casa donde vive con varios colaboradores en un barrio periférico de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, la acogida fue buenísima, compartí con todos ellos vivencias excelentes, siento que allí tengo otra familia.
Mi labor principal la desarrollé en los albergues AMe de discapacitados psíquicos y físicos, en su gran mayoría abandonados por sus familias. Dicho albergue está gestionado por el Dr. Micotti, con una entrega admirable, recibe la colaboración de Hombres Nuevos.
Desconocía el manejo de este tipo de pacientes, descubrí que aparte de atender sus necesidades vitales, lo que tienen es un ansia infinita de cariño, y de eso, gracias a mi madre, tengo para dar.
Di y recibí mucho amor, tanto es así, que el próximo año volveré a cuidar y querer a mis queridos sobrinos a los que recuerdo constantemente. Ellos me llamaban “tía Leny”, era música para mí oírlo.